La menstruación provoca numerosos cambios en el cuerpo de la mujer. Muchas sufren más en esos días y otras casi ni lo notan, y eso puede hacer una gran diferencia con las ganas que puedas tener de realizar actividad física.

Si una mujer tiene sangrado abundante, dolor de ovarios o mucha inflamación, se puede cambiar el entrenamiento. Por ejemplo, no trabajar tanto la zona abdominal y zona pélvica. A veces puede generar un cansancio mayor del habitual, pero eso dependerá́ de cada persona.

Algunas de nosotras nos vemos afectadas por diferentes estados de ánimos, como cambios de humor y ansiedad que comienzan en los días previos a la menstruación y si realizamos ejercicio físico disminuiremos el estrés liberando tensión y generando bienestar; ya que generamos endorfinas, hormonas que actúan como analgésico natural, conocida como la hormona de la felicidad, ayudándonos también a reducir el dolor. Incluso, deberíamos poder aprovechar los cambios hormonales que se sufren durante la menstruación, ya que aumenta el metabolismo, por ende, mejora el rendimiento.

No existe limitación alguna que apoye la afirmación de que no se debe o puede practicar deporte con el periodo; un estudio de la universidad st- mary’s de twickenham en reino unido, afirma que el ejercicio leve puede aliviar las molestias que se derivan del ciclo menstrual.

Las mujeres que entrenan habitualmente desarrollan una mayor tolerancia al dolor, por lo que durante la regla la percepción del dolor será menor. Por otra parte, al entrenar se disminuye la retención de líquidos, eliminando por tanto la sensación de hinchazón o pesadez. La práctica regular del ejercicio físico ayuda a que la retención sea mucho menor y, por lo tanto, esa sensación de pesadez disminuye.

En lo que respecta a mí, yo jamás deje de entrenar por tener la regla, mi estado de ánimo y mi periodo no me influye.